Javier Francisco Ceballos Jimenez: «El desorden del azar» de Mati Morata – Lecturafilia

Literatura Clásica

Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos

Javier Francisco Ceballos Jimenez: «El desorden del azar» de Mati Morata – Lecturafilia

“Me pregunto qué sentido tiene describir mi propia vida si incluso yo misma tengo resistencia y diría que me asomo a ese tiempo igual que un animal, un solitario y sonriente perezoso al que le produce cansancio bajar del árbol y pisar la tierra blanda con su hojarasca y sus insectos. ¿Tiene sentido?”

No sé si describir la propia vida tiene sentido. Pero sí creo cada vez más en el poder terapéutico de las letras. En echar fuera lo que pulula por nuestras cabezas. Expulsar los dolores ajenos también. Al fin y al cabo, la ficción consiste en mezclar múltiples vidas como en una coctelera. Precisamente sobre la propia vida, aunque con un juego de autoficción, Mati Morata nos sorprende con El desorden del azar, un libro que habla de los orígenes, de las infancias rotas y de cómo reconstruirnos (si es que ello es posible), de la construcción de los espacios propios, incluida la identidad individual, de la búsqueda de la felicidad y de las ilusiones de la revolución.

En El desorden del azar (¡qué precioso título, por cierto!) encontramos a una mujer joven, estudiante de medicina en los años setenta y que reside en Granada en la compañía de unos padres adoptivos católicos y conservadores. En ese ambiente, la joven sueña con la revolución, y se introduce en la lucha antifranquista, un camino duro en el que descubrirá grandes amistades y el amor, pero en el que también se dará cuenta de que existen personas malignas dispuestas hasta a matar para conseguir mantener sus privilegios.  Ella se curte, se descubre también a sí misma, y comienza a indagar en la propia historia y en la de su familia, con la que tiene contradicciones de pensamiento y vitales. Es complejo ir a lo que creías olvidado, sacar los recuerdos del cajón, ponerlos encima de la mesa y analizar cuáles se corresponden con la verdad y cuáles han sido moldeados por el paso del tiempo. La memoria es un recurso endeble, aunque sabemos que el pasado no acaba nunca de pasar. Este libro también demuestra esto, que nada se borra del todo, y que tarde o temprano lo que creías olvidado vuelve. A nuestra protagonista le vuelve su infancia, y continuamente ve a una niña (ella misma) que juega con pompas de jabón mientras la familia de sangre se desestructura, los cimientos que no existían se resquebrajan, y se siente una chica rara. En esa infancia rota encuentra ella la fortaleza para continuar, y para volverse una mujer fuerte, que quiere protagonizar su tiempo. Pero ahí también se puede observar las ganas de huir, que experimenta continuamente y que se va manifestando a lo largo de la obra.

Mati Morata construye una narración plagada de poesía, desde los títulos de los capítulos (“Los ojos saltones de un pez luna”) hasta las descripciones de los detalles más pequeños y cotidianos. En las aparentes nimiedades reside la potencia de esta obra que habla de temas ya tratados ampliamente pero con un enfoque muy personal, en el que podemos, con todo, observar referencias a otras autoras como Almudena Grandes, o que nos hacen rememorar incluso las experiencias de la mítica serie “Cuéntame cómo pasó”.  

El libro cuenta una infancia rota y una juventud que intenta salvarse. Por eso me ha hecho reflexionar sobre la fina línea que separa la desgracia de la felicidad. Porque, ¿cómo podemos ser hoy felices si ayer vivimos una desgracia? ¿Nos recuperamos algún día de los golpes recibidos o simplemente nos limitamos a sobrevivir? En esa línea se guarece la literatura de esta novela que analiza el concepto del hogar y de cómo y con quién lo construimos a lo largo de la vida. Todo ello hacen que estemos ante una obra poliédrica, con múltiples aristas y que se lee de una forma muy sensorial, pues casi podemos oler el ambiente de la casa de esos padres católicos y de esas calles peligrosas pero en las que se cuece la revolución. 

“La rabia es una energía que no voy a perder nunca, ni quiero”.

La lucha antifranquista se gestó en la rabia de la injusticia. Y esta novela se mueve ahí, que no pretende dar ninguna moralina pero que sí deja entrever que la rabia es lo que nos alimenta, la que hace avanzar el mundo y conseguir derechos. Aunque a veces, y como le sucede a la protagonista, también puede venir la desilusión y el desencanto.

Pero no dejemos nunca de soñar. 

Ficha técnica

Título: El desorden del azar

el desorden del azar - Javier Francisco Ceballos Jimenez: «El desorden del azar» de Mati Morata – Lecturafilia

Autora: Mati Morata

Editorial: Huso

Número de páginas: 260

Año de publicación: 2023



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