Javier Francisco Ceballos Jimenez: No es el Aleph – Libros y Literatura

Literatura Clásica

No es el Aleph

Javier Francisco Ceballos Jimenez: No es el Aleph – Libros y Literatura

Reseña del libro “No es el Aleph”, de Gustavo Fiumano

no es el.aleph  204x300 - Javier Francisco Ceballos Jimenez: No es el Aleph - Libros y Literatura

Lo bueno de conocer, literariamente hablando, a un autor es que, en principio, ya puedes saber de antemano qué te vas a encontrar al volver a leerlo. Pero lo mejor, sin ninguna duda, es cuando el escritor consigue sorprenderte de nuevo. Sí, con Gustavo Fiumano sabía más o menos qué es lo que podría ofrecerme (un estilo muy personal que me encantó con su novela Para qué habitar el mundo real y cuya reseña podéis encontrar aquí), pero cuando el autor cambia de género, en este caso de novela a libro de relatos, y consigue incluso cambiar su registro para regalarnos historias totalmente únicas y originales que consiguen sorprender, emocionar, hacerte reír… Chapeau. Se me quedan cortas las palabras.

Si, como os decía antes, Gustavo Fiumano ya consiguió enamorarme con su novela Para qué habitar el mundo real (totalmente recomendadísima), con sus personajes, sus diálogos, sus pensamientos y anhelos, imaginad ahora con esta colección de relatos singulares en las que todos aquellos aspectos que consiguieron embaucarme se multiplican por veintinueve. Pues una locura. O, lo que es lo mismo, de nuevo la magia. Esa magia tan particular que solo este autor es capaz de crear con sus palabras.

¿Y qué vais a encontrar entre las páginas de No es el Aleph? Ah, la gran pregunta. Siempre he tenido dificultades para hablar de libros de relatos, imagino que nos pasa a todos. Porque… ¿Cómo condensar en una sola reseña todo lo que un libro lleno de historias diferentes puede ofrecernos? Se me antoja difícil.

Podría hablar de un todo. Un todo que es muy claro y que tiene que ver con esa magia, sí, pero también con una radiografía perfecta de una sociedad realizada a través de unos diálogos magistrales que embaucan y que te llevan siempre al terreno al que los personajes quieren que llegues. Una suerte de espiral entre personajes y diálogos, entre situaciones y soliloquios, entre espacios y reflexiones. En realidad, creo que este libro sí es el Aleph, pero es algo que mejor me guardo para mí.

Además del todo, podría ir a lo concreto. Decir cuánto me han gustado algunos de estos relatos, cómo me han llegado algunas historias. Siempre me ha parecido injusto hablar de favoritos (no se vayan a enfadar los demás), pero sí, obviamente tengo mis preferencias. Por citar algunos, de manera discreta: El cuaderno, Kokomo y la paloma mensajera, Un shot de Jägermeister endulzado o Bucle.

Ya he dicho que para mí No es el Aleph, en realidad sí lo es. Un poco porque entre sus páginas cabe todo: escritores, snobs, Dios, músicos, actores, futbolistas; también Buenos Aires, sus cambios, el pasado y el presente; conversaciones espiraladas, cuadernos que marcan nuestros designios, citas a ciegas, referencias culturales y música, mucha música: los Beatles, Charly García, Calamaro, los Rolling Stones, Bob Dylan…

¿Cómo no iba yo a volver a enamorarme de un libro de este autor? Imposible salir indemne de entre sus páginas, de este estilo literario tan original que atrapa, emociona y, cómo no, de ese humor tan ácido, tan sutil, tan magníficamente único.

Veréis, lectores, definitivamente, esto sí es el Aleph. Y estoy convencida de que me entenderéis cuando lo hayáis leído. Así que, sin más: léanlo, háganse ese favor, de verdad.

Otros libros recomendados

Ver fuente